dissabte, 14 de setembre del 2019

Dia 9. Gizah - Menfis - Saqqara

El profesor nos convocó a primera hora de la mañana para que el carruaje nos llevase hasta nuestra primera parada... Las pirámides de la meseta de Gizah.


Desde nuestro hotel apenas había unos minutos hasta la entrada que usan los locales, pero para llegar hasta nuestra entrada el carruaje tardo unos 20-30 minutos.




Las pirámides de Gizah son parte de varios complejos funerarios, todos de la 4ta dinastía (Imperio Viejo) y corresponden a los faraones Keops, Kefrén y Micerinos, así como sus esposas y toda su corte (ministros, oficiales, concubinas, etc.)

Las pirámides de Gizeh son (como grupo) las terceras en antigüedad después de la pirámide escalonada del faraón Zoser (ideada por Imhotep), en Saqqara, y de la pirámide "torcida" y la pirámide Roja de Dashur,pertenecientes al faraón Senefru, padre de Keops.





Todas las pirámides son tumbas reales, el resto de nobles y estamentos de la sociedad usaban otro tipo de enterramientos, igual que los procesos de momificación, que se usaban en todos los niveles sociales, pero usando distintas técnicas, materiales y tiempos dependiendo de la clase social del fallecido.

En el caso de los faraones se usaba el proceso más complejo y largo, y el que aseguraba una mejor conservación. Se extraían los órganos del tórax y el abdomen, excepto el corazón (ya que según la religión egipcia, el corazón era usado por Anubis para pesarlo contra la pluma de la justicia y así saber si el fallecido había llevado una vida buena y justa). El estómago, el hígado, los intestinos y los pulmones se guardaban en los 4 vasos canopes, cuatro jarras con las cabezas de los 4 hijos de horus. El cerebro se extraía por la nariz con un punzón caliente que atravesaba los senos y se usaba para licuarlo y sacarlo con mayor facilidad. Entonces el cuerpo se ponía con sal durante 70 días y para finalizar se untaba con 7 esencias diferentes, incluyendo, salvia, incienso y mirra, cada una relacionada con uno de los 7 "puntos energéticos" del ser humano. Después se envolvía en varias capas de vendajes, entre los que se añadían conjuros, sellos y amuletos protectores (auténticas joyas hechas de oro, plata y piedras preciosas y semi-preciosas), una máscara mortuoria, y los diversos sarcófagos y contenedores.

Antes de Imhotep y sus construcciones en piedra, para los edificios, monumentos y tumbas se usaba el adobe. Además antes de la tercera disnatía los faraones se enterraban en complejos funerarios muchos más sencillos, como las mastabas.

Además de las pirámides, los faraones se construían un complejo funerario que tenía 4 componente comunes:


  • La pirámide, usada como tumba. Llena de simbolismo como que comparte forma con la colina primigenia de la que surgió la primera flor de loto de la que nación Ra, el sol. O que con sus escalones ayuda al "ba" (el alma o energía vital) del faraón a llegar hasta el más allá.
  • El templo del valle. Al pie del río Nilo, con muelles o atraques y que sirve como lugar de adoración para el divinizado faráón, lugar donde llega la procesión funeraria desde Abydos, la ciudad de los sacerdotes tras haberle realizado todos los ritos funerarios y donde en un taller anexo se realizaba el proceso de momificación del faráon. (De los 3, sólo el de Kefrén es actualmente visible y visitable y contiene a la famosa esfinge, protectora del complejo y donde se encontró la escultura de Kefrén de diorita verde que se puede ver en el museo egipcio).
  • La calzada. Que asciende desde el templo del valle hasta el templo funerario, a los pies de la pirámide. 
  • El templo funerario. Donde se realizaban los últimos preparativos de la momia y se iban realizando, diariamente, todos los ritos y ofrendas necesarios para que el alma del faraón fallecido llegase al más allá y viviese una buena vida eterna.


Las tres pirámides son cuadrangulares, con ángulos de entre 52 y 54 grados. Están hechas con enormes bloques de piedra caliza (de entre 30 y 70 toneladas), perfectamente tallados para que encajen al milímetro (entre las piedra no pasa ni una hoja de papel). La capa exterior, sólo visible en la parte superior de la de Kefrén, estaba hecha con bloques de caliza blanca pulida y tallados en diagonal para formar una cubierta. Las 3 pirámides están construidas sobre piedra maciza, lo que ha permitido sostener el enorme peso de la construcción y sobrevivir a desastres naturales que han destruido otros monumentos. Toda la caliza usada en su construcción provenía de canteras en la propia meseta de Gizah y sólo algunos bloques de basalto y granito rojo/rosa, usados en puertas interiores, sarcófagos o cubiertas, provenían de canteras lejanas como Aswan.

Alrededor del templo funerario también se encuentran los fosos de las "barcas solares". 5 barcas de madera de cedro del líbano que pudieron haber servido para transportar ciertos bloques de granito usados en la construcción y también tienen una función metaforica pues eran los vehículos que el faraón usaria para surcar el "mar del cielo" para llegar al más allá.

La orientación de todas las pirámides (hasta 150 se han encontrado en todo Egipto hasta 2019) es siempre la misma, con los 4 lados orientados según los puntos cardinales, con el acceso en la cara norte (para que el alma del muerto se convierta en una "estrella polar") y siempre en la ribera occidental del río Nilo, pues el occidente es la tierra de los muertos, donde cada día muere Ra "el sol" y oriente es la tierra de los vivos, donde Ra renace cada día y dónde están las ciudades.

Tras maravillarnos con las primeras vistas e imágenes de las pirámides, nos acercamos más para poder estudiarlas en mayor detalle.

La mayor de las 3 es la pirámide de Keops, tiene 230 metros de lado, 149 metros de altura y se usaron 2.300.000 bloques para construirla. Trabajaron más de 120.000 trabajadores (durante los meses de la crecida en los que no podían trabajar la tierra) durante 20 años. Actualmente la pirámide tiene 137 metros de altura pues los últimos 3 eran de una pirámide de oro macizo que fue saqueada (146 m) y los otros 9 metros se perdieron al perder la cubierta. Los 149 m de altura originales, se dice que no son por azar, si no por lo 149 millones de Km que separan la Tierra del Sol.



La siguiente es la de Kefrén. Algo más pequeña que la de su padre, parece más alta porque esta situada en una elevación 40 m por encima de la de su padre, en una línea recta perfecta en sentido suroeste.







Y la última de las 3 principales (en Gizah se pueden apreciar hasta 9 pirámides y multitud de enterramientos nobles) es la de Micerinos, mucho más pequeña, con una cubierta doble: la parte de abajo de granito rojo y la de arriba de caliza blanca) y un poco desviada de la línea recta suroeste respecto de las otras dos pirámides. Una de la teorías que explica esta desviación es que tanto su orientación, posición como tamaño relativo y color, coinciden con las 3 estrellas del cinturón de la constelación de Orión.

Tras esta interesante charla informativa, el profesor nos invitó a entrar en la pirámide de Kefrén. Cuesta 100 libra egipcias adicionales al ticket principal, pero vale mucho la pena vivir la experiencia de bajar y subir por los estrechos e inclinados túneles para llegar a las 3 salas que forman la cámara funeraria.









Tras esta aventura nos relajamos un poco yendo a una colina del desierto donde nuestro guía nos sacó algunas fotos... "originales" y después nos dispusimos a explorar el templo del valle de Kefrén y la esfinge.





















Sé que con las fotos y los datos no se puede apreciar del todo, pero la verdad es que todo el conjunto transmite una sensación increíble de sorpresa y maravilla. No sólo por el tamaño de las pirámides y los templos, si no también por la calidad de la manufactura. Parece increíble que con las herramientas que nos han llegado de esos tiempos (martillos y cinceles, incluso no disponían de la rueda) pudiesen llegar a construir monumentos como estos, mover piedras enormes de toneladas de peso y llegar a tallar la piedra con tanta precisión. Y no sólo en los monumentos, también en los sarcófagos, estelas, estatuas, etc. La sensación es de ser incapaz de entender y que cada respuesta trae 100 preguntas nuevas.










Las emociones en Gizah fueron muchas, pero nuestras investigaciones requerían visitar otras localizaciones. Así que nos fuimos hacia la antigua capital y sede del culto al Dios Ptah, deidad protectora de los artesanos y las artes. En Menfis pudimos apreciar varias esculturas interesantes: el trío de Ramsés, Ptah y Sekhemet, una esfinge de Hatshepshut, sarcófagos y dos estatuas de uno de los grandes faraones: Ramses II.






Ramsés II fue uno de los faraones más longevos (vivió 90 y pico de años) y el segundo que más reinó (67 años), sólo por detrás de Pepi II (que empezó a reinar con 9 años y gobernó 80 y pico de años antes de iniciar el segundo periodo de decadencia de Egipto).

La visita a Menfis nos pedía algo de descanso y antes de empezar la visita a Saqqara paramos a comer algunos platos típicos egipcios: rollos de arroz con col, berenjena a la brasa, salsa de sésamo, falafel de habas, mutabal, pollo y kofta a la brasa.


Tras la comida nos dirigimos hacia la necrópolis de Saqqara. Como comentamos antes, toda la ribera occidental del Nilo es la "tierra de los muertos", donde muere el sol para renacer al día siguiente por el este. Y es donde encontramos todas las tumbas y templos funerarios.

Desde Saqqara podemos ver tanto las pirámides de Gizah, como las de Dashur (pirámide inclinada y pirámide roja, pero lamentablemente tendremos que disfrutarlas desde lejos).


Lo primero que hacemos es ir a visitar la pirámide de Teti I. La entrada es parecida a la de Kefrén, pero algo menos profunda y agobiante, aunque cuando íbamos a entrar a un señor que salía de la tumba con su grupo le ha dado un golpe de calor y han tenido que ir los guías a sacarlo del túnel. La cámara de Teti tiene bastantes más detalles que la de Kefrén: el techo cubierto de estrellas para simular el cielo, jeroglíficos en las paredes y en el interior del enorme sarcófago de granito negro pulido.








La siguiente parada también ha sido muy interesante, junto a la pirámide de Teti I está la tumba de su primer ministro y yerno, Meriruka. En la tumba puedes ver escenas de la vida cotidiana como de caza y pesca, pero con increíbles detalles, se pueden reconocer a la perfección los distintos tipos de peces, tanto de río como de mar, calamares, hipopótamos, cocodrilos... Gente pescando con arpón, anzuelo o redes, gente remando, gente cazando patos con trampas... En otra de las secciones de la tumba se ven las ofrendas que recibe el ministro para que su "bah" pueda sobrevivir en el más allá: vino, cerveza, patos, terneras y cabritos, esencias, pan, verduras... todo perfectamente grabado y con un nivel de detalle increíble. Aquí aprendimos que una de las ofrendas favoritas y que aparece en muchos templos es la pata derecha de una vaca ¿porque? porque su forma se asemeja a la disposición de las estrellas que forman la constelación que contiene la estrella polar!! (y que nosotros conocemos como la "osa menor")











Y al salir de aquí nos dirigimos a una recomendación personal de nuestro guía Ibrahim... El Serapium!!

Sólo puedo deciros que las historias de este monumento despertaron nuestra imaginación desde el primer momento. El Serapium es un sitio de enterramiento colectivo para... Toros sagrados!! (o Apis). Es un túnel enorme excavado en la piedra caliza del desierto y que alberga nichos enormes para almacenar unos sarcófagos de 100 toneladas (30 la tapa y 70 el cuerpo) de granito negro... La mayoría de los cuales estaban cerrados... y vacíos!!!








El sitio es espectacular y nos dejó con un montón de preguntas: ¿cómo excavaron túneles tan largos, rectos y perfectos? ¿como metieron los sarcófagos gigantes en sus nichos si los túneles son pequeños? ¿Cómo los iluminaban si no hay rastros de humo ni fuego en los túeneles? ¿Que rito o motivo tenían para preservar de esta manera los cuerpos de los toros? ¿Era realmente esa su función? De los 27 sarcófagos gigantes sólo uno contenía los restos de un toro, el resto estaba vacío cuando se abrieron las tapas... Uno de los arqueólogos del siglo XIX intentó sacar uno de los sarcófagos con burros, hombres y herramientas y tuvo que dejarlo a mitad de pasillo... Recomendamos mucho visitarlo si sois curiosos y os gusta visitar cosas sin entenderlas del todo :)

Para acabar Saqqara nos dirijimos al complejo funerario de Zoser, diseñado completamente por Imhotep y el primero de todos construido integramente en piedra.

Lo primero que vimos del complejo fue la impresionante muralla, que tenía en su perímetro rodeado por 14 puertas, sólo una de las cuales era verdadera. Una vez dentro, llegamos a un pasillo columnado. En este caso tanto las columnas como el techo, de piedra, simulan las palmeras usadas en las construcciones anteriores. En cada uno de los nichos del pasillo había una estatua con el dios protector de cada una de las regiones que formaban parte de Egipto en aquel entonces.

Desde este templo salimos al patio descubierto principal, desde donde pudimos admirar los 6 niveles de la pirámide escalonada. La primera transición de mastaba a pirámide (a base de añadir escalones a la mastaba original). Justo enfrente de la pirámide, al otro lado del patio y siendo gemelo al pozo de 28 metros que hay bajo la pirámide pudimos ver un pozo del que salían túneles a ambos lados, túneles que a día de hoy todavía se están explorando y excavando.







Lo último que nos explicó Ibrahim es que el patio frente a la pirámide era el lugar donde cada cierto tiempo el faraón ejecutaba un rito de "recoronación" el Heb Jem, en el que el faráon (uno de sus títulos era "el toro fuerte") se enfretaba a un toro real como símbolo de los "otros toros" que cuestionaban su reinado. Si el faraón vencía al toro, tenía derecho a otros 30 años de reinado.

Y ya para acabar el día Ibrahim nos llevó a una tienda de papiros donde nos explicaron la técnica que usaban y todavía usan para crear este soporte, el primer "papel" de la historia.

Llegamos al hotel, descansamos un poco y subimos al tejado para disfrutar del espectáculo de luz y sonido de las pirámides. No fue tal como lo esperábamos pero fue bastante curioso de ver. Fuimos a cenar y nos dispusimos a descansar.



Mañana, toca explorar el Cairo y, sobre todo, el Museo Egipcio.

Abrazos a todos!!!

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