Día 3. Madaba - Monte Nebo - Betania - Mar muerto - Wadi Musa

Hola a todos!

Llegamos al tercer día en Jordania. La verdad es que está siendo todo fantástico y a la vez intenso ... vamos que no nos da tiempo a actualizar el blog al día. Bueno, cuanto más retraso quiere decir que más cosas estamos haciendo, así que ... no hay mal que por bien no venga ¿no?

Martes 3 de septiembre. Nos despertamos en la ciudad de Madaba, a la que llegamos ayer por la noche. Tengo que decir que hay una cosa que hacen muy, pero que muy bien los Jordanos. Los colchones! Esto nos está permitiendo descansar y aguantar el ritmo, que no es poco (y eso que sólo llevamos los 2 primeros días). 

Tras desayunar en la terraza del hotel en el que estábamos alojados comenzamos la aventura del día. La primera etapa es la ciudad de Madaba, conocida como la ciudad de los mosaicos. El hotel estaba muy céntrico, así que no necesitamos el coche para nada en este tramo (menos mal, ya tendremos horas de coche por delante). 

Justo delante del hotel nos encontramos con el primero de los puntos de interés de la ciudad, la iglesia de San Jorge.  Esta iglesia de rito ortodoxo se construyó a finales del s.XIX precisamente para proteger un mosaico que se encontró de la época bizantina. El mosaico originalmente media 17,5m x 10m (unos 175 m2) y estaba hecho con más de 2 millones de teselas, aunque actualmente se conservan 15,7m x 5,6m (unos 88m2) aunque no lo parezca. El mosaico es un mapa de la Tierra Santa y se ven representadas las principales ciudades y rutas que habían. Bastante impresionante!

Saliendo de la iglesia de San Jorge nos dirigimos hacía otra iglesia cristiana (nos contaron que en Madaba era la ciudad donde más edificaciones cristianas había por la influencia que había tenido el imperio de Bizancio en la zona). En esta ocasión íbamos a ver la iglesia de San Juan Bautista, conocida como la "catedral". Por desgracia, al llegar, nos dijeron que había que pagar para entrar a verla, y por la información que teníamos no valía mucho la pena, así que lo dejamos correr y seguimos hasta el siguiente punto, el Parque Arqueológico de Madaba.

En este complejo se encontraban diversos mosaicos de gran tamaño distribuidos entre la Iglesia de Santa María (bueno, más bien las ruinas de la iglesia de Santa María), el salón de Hipólito, la iglesia de los Martires, el Palacio Quemado y restos de calzada romana. ¿Os he dicho ya que Madaba fue ciudad romana?

Tal cual entramos en el parque arqueológico con nuestro flamante Jordan Pass (imprescindible si quieres visitar Jordania) pudimos comprobar porque a Madaba se le conoce por la ciudad de los mosaicos. Tras ver los restos de mosaicos encontrados en diferentes edificios de Madaba expuestos, entramos de lleno en las ruinas de la iglesia de la Santa María (que como no podía ser de otra forma, también contenía mosaicos). La iglesia estaba edificada sobre las ruinas de un templo romano y daba paso a la sala de Hipólito, que recibía el nombre por los motivos del mosaico que contenía. Se trataba de un edificio de época bizantina y que en su salón principal tenía un mosaico con la representación del mito de Fedra e Hipólito rodeados por otros motivos como las 4 estaciones o representaciones de diferentes ciudades de forma personificada. Como nota curiosa, se mencionaba una pequeña zona en la que se representaban unas sandalias, marcando la entrada a la estancia.

Al salir del parque arqueológico, pusimos rumbo al hotel donde habíamos dormido para recoger las mochilas que habíamos dejado y poner rumbo a la segunda etapa del día, pero por el camino nos topamos con el Palacio Quemado. Como habíamos encontrado el museo arqueológico cerrado (por lo visto este cierra los martes) en el que queríamos ver uno de los mosaicos más grandes, decidimos entrar en el Palacio aunque fuéramos un poco justos de tiempo. Que gran acierto! En el palacio nos atendió una amable mujer que nos hizo una visita guiada de forma gratuita. Una visita muy buena, clara, concisa, con un tempo perfecto y con la que disfrutamos de la explicación. Se llama el Palacio quemado a causa de un incendio ocurrido durante un terremoto. Aquí también vimos varios mosaicos y varios edificios. Algunos de época bizantina, algunos de época romana (como la calzada, o algunas canalizaciones). Fue esta amable mujer la que nos aclaró que indicaban las sandalias en los mosaicos (puesto que nos volvimos a encontrar con una representación). Por lo visto indicaban la entrada a la estancia y donde debías dejar los zapatos (sí, exactamente igual que hacen hoy en día los japoneses).

Ahora sí, que tras acabar esta pequeña visita guiada, Edurne, de nuevo al volante nos llevo a la segunda etapa del día. El Monte Nebo.

El Monte Nebo, es el monte desde donde Moises divisó la Tierra Prometida y donde acabó su viaje para ser enterrado. Esta vez nos llevamos la primera sorpresa. Pensábamos que la visita al Monte Nebo sería gratuita o que entraría dentro de los conjuntos monumentales incluídos en el Jordan Pass (sí, creo que lo vais pillando, el Jordan Pass es un pase que da acceso a los puntos de visita más famosos de Jordania y que para más inri incluye el visado para entrar en el país. ¿Veis como es imprescindible?) Pero a lo que íbamos, que ya sabéis que si me pongo, pierdo el foco y ya no se de lo que os estaba hablando. Iba diciendo que creíamos que el Monte Nebo entraba dentro del conjunto de visitas del Jordan Pass, pero no! Por lo visto los Franciscanos compraron este trozo de Jordania y hasta día de hoy se mantiene como un terreno privado en el que, eso sí, que han adecentado para las visitas y construyeron una iglesia en memoria de Moises (construida sobre una iglesia bizantina). 

Las vistas desde el Monte Nebo (aunque nosotros las pillamos con un poco de niebla) son espectaculares. Por lo visto en días completamente despejados de niebla se puede ver incluso Jerusalen. No llegamos ni a ver Jericó, pero sí se veía el Muerto y se podía intuir hacía donde nos dirigiríamos en la siguiente parada. 

Saliendo del Monte Nebo, Edurne nos lleva hasta Betania. Por cierto por una carretera de montaña en bajada un tanto ... serpenteante (muy bien Edurne! no era nada cómoda). Betania es otro de los lugares bíblicos que tiene Jordania. Según investigaciones y evidencias relativamente recientes (1996) es el lugar donde Jesús de Nazaret fue bautizado por su primo Juan Bautista. Aquí volvemos a liarla un poco (no demasiado). Se tenía que dejar el coche en un parking a unos pocos kilómetros para coger una especie de "bus" lanzadera. Pues bien, nostros nos saltamos el punto y seguimos las indicaciones del GPS hasta que unos simpáticos  militares nos dicen que no se puede pasar y que tenemos que volver al parking. Y que pasa de camino hacía atrás? Exacto! Nos cruzamos con el bus lanzadera. En fin que llegados al parking nos toca esperar (por suerte menos de lo que pensábamos). 

Una vez nos deja el bus, nos llevan hasta el sitio del Bautismo y después a ver el río Jordan (que está desplazado unos 300m) desplazamiento que se ha ido haciendo de forma completamente natural según nos explican. Fue curioso, porque justo al otro lado del río, en la zona a la que nos habían llevado había otra edificación pero pertenecía a Palestina. Era curioso tener a unos 20 o 30 metros a una pila de gente que estaban visitando el río Jordan como nosotros pero desde otro país. Hay que decir que fue bastante divertido. La mayoría de los visitantes del lado de Palestina eran ortodoxos que habían venido a bautizarse según su rito, así que los veías a todos meterse en el río (que ya os aseguro que limpio, limpio no estaba) con sus túnicas, y zambulléndose 3 veces completamente. 

Se nos había hecho un poco tarde. Habíamos ido acumulando pequeños retrasos y al final todo suma (como veis, el programa es muy completo). Así que al salir de Betania, yo mismo cogí el coche para ir hacia la siguiente parada. El Mar Muerto. Pero antes de llegar ... tocaba comer. Esta vez acabamos parando en un restaurante en mitad de la carretera y conseguimos acertar con la cantidad de comida. Se nos está yendo mucho de las manos el tema de las cantidades, parece que es difícil afinar, pero acabamos pidiendo comida para 10 en vez de para 3, y eso que lo medio pensamos antes ... en fin, lo vamos mejorando con cada menú. De nuevo, la comida excelente. No es nada que no conociéramos ya, humus, mutabal, kebab ... pero siempre preparado de forma deliciosa (esa es la diferencia con lo que conocemos, estos sabores no se consiguen en España).

Acabada la comida, tenemos una misión. Chapuzón en el Mar Muerto! Edurne estuvo haciendo un poco de investigación para encontrar un sitio donde pudiéramos bañarnos sin pagar (no es que se pague por bañarse allí, pero todo está rodeado de complejos hoteleros o resorts, que te cobran por el acceso). Así  que marcamos en el GPS y para allí que fuimos. Hay que decir que el acceso, fácil, lo que se dice fácil no fue. Una pendiente bastante pronunciada, saltando por mitad de una valla de la carretera, bajada empedrada ... vamos un paseillo. Pero llegamos a un lugar donde parecía que los propios jordanos iban a bañarse. La experiencia de bañarse en el Mar Muerto fue curiosa. El agua está tan saturada de sal que se forman cristales en el fondo y cuando mueves las manos eres capaz de ver las reacciones de la sal del agua con la luz. Por no hablar de la flotación. Que experiencia más curiosa. Costaba incluso ponerse de pie de nuevo. 

El tiempo se nos estaba acabando, se estaba poniendo el sol (aquí más o menos a las 18:30 en esta época) así que sólo pudimos ver el inicio de la puesta de sol pero nos quedaba un largo viaje para nuestra siguiente parada. 3 horas de coche hasta Wadi Musa (el pueblo donde está Petra, uno de los platos fuertes del viaje). Así que Pablo inició la marcha y más tarde me dejó conducir a mi porque me estaba mareando.

Sobre las 21:45 llegamos al hotel que nos iba a acoger durante 3 noches (2 días completos en Petra nos esperaban) fuimos a cenar y después a dormir "relativamente pronto" porque había que madrugar ... pero eso ya es otra historia

Os dejo, que se me ha hecho tarde con estas líneas  y mañana el día es potente también (suerte de la ilusión con los que los estamos pillando!) Saludos !!!!!